fiscal y defensa rechazan que los indicios contra Vilario sean suficientes para condenarlo

Lo ocurrido este viernes en la Sala Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo se pareci ms a un combate de boxeo que a un juicio. El proceso del crimen del Cash Record de O Ceao, que investig el asesinato de dos empleados de esta cadena de supermercados en el ao 1994, concluy tras 28 aos y 9 meses con las conclusiones definitivas de las tres partes implicadas en el juicio.

Carmen Balfagn, abogada de la acusacin particular; Roberto Brezmes, fiscal jefe de Lugo, y Paula Salvador, abogada de la defensa, fueron los protagonistas de la quinta y ltima jornada de un juicio indito en la historia reciente de Espaa. Y es que la Audiencia de Lugo juzg esta semana a Juan Vilario, un hostelero vasco afincado en Lugo en aquella poca, como presunto autor de un atraco con doble asesinato ocurrido hace casi tres dcadas.

Conclusiones definitivas

En la vista de este viernes, que culmin el procedimiento, las tres partes defendieron sus puntos de vista y las razones que les llevaron a obtener esas conclusiones. Dos versiones fueron diametralmente opuestas de una tercera. Lo cierto es que las dos partes coincidentes suelen ser la Fiscala y la acusacin, pero este caso ha sido nico por muchsimos motivos adems del tiempo transcurrido desde el suceso que se juzga. Uno ms fue, precisamente, que el fiscal se posicion con la defensa del acusado, no con la letrada de las familias.

Brezmes y Salvador pidieron la absolucin de Juan Vilario, al no ver pruebas ni indicios contundentes suficientes para destruir su presuncin de inocencia, como sostuvo el representante del Ministerio Pblico. El propio fiscal reconoci, al inicio de sus conclusiones, que no es habitual una postura as, pero que creo que la justicia es aplicar la ley de manera honesta en cada caso concreto, lo que le ha llevado apedir la absolucin.

El fiscal: Les promet a las familias que investigara y que tratara de aclararlo todo y encontrar al culpable. Pero no ha sido posible

Para l, la mera presencia de indicios poco contundentes y que, de hecho, no se sostienen entre s no nos puede llevar a afirmar que el acusado cometi el hecho. Dijo Brezmes en su alegato final que necesitamos pruebas directas o, en todo caso, indicios contundentes, que se sostengan y apoyen entre s para llegar a una sentencia condenatoria.

El fiscal valor el gran y exhaustivo trabajo de los abogados de la acusacin particular a la hora de encontrar testigos y analizar los hechos, pero contrapuso ese elogio con la crtica de que que los indicios apunten de forma ligera en una direccin, o que parezca lgico pensar que pudo haber cometido el hecho no quiere decir que as ocurriese. Necesitamos ms, resumi.

Brezmes, para justificar su decisin de no acusar y pedir la absolucin de Vilario, cit varios testimonios que sealaban al procesado, pero que, segn l, no tenan el peso suficiente. Las declaraciones de un toxicmano que cont que le haba ofrecido el atraco antes de llevarlo a cabo la dio por vlida, pero dijo que la existencia de un ofrecimiento no implica que, efectivamente, luego cometiese el atraco, y mucho menos con dos asesinatos, algo que jams le habra mencionado a este testigo.

No quiso vincular a Vilario ni con las acusaciones que lo sealaban como autor de un atraco en el Cash Mio dos aos antes ni con el asesinato de Toirn en una trifulca por drogas en el ao 1997. Me da la sensacin de que se han querido sumar los indicios que lo relacionan con estos casos para darle ms consistencia a la acusacin por lo del Cash Record, ya que no se sostena por s sola, argument Brezmes.

Las mentiras del acusado

Le concedi un tanto a la acusacin al reconocer que Vilario minti en su declaracin al afirmar que no conduca y que no estaba familiarizado con las armas, aunque rebaj la alegra inmediatamente despus. Ha quedado probado que s conduca habitualmente y que s tena contacto cercano con armas de fuego. De hecho, hasta yo he preguntado a los testigos por esto porque me interesaba y ha quedado corroborado. Ahora bien, una falsedad, un silencio o una inexactitud en la declaracin del acusado claro que puede ser tomada en cuenta como indicio, pero debe estar sostenida por pruebas contundentes, algo que aqu no existe, coment el fiscal.

Destac otros detalles que consider contrarios a la versin de la acusacin. Entre ellos, el testimonio del mismo hombre al que le habra ofrecido el atraco. En su declaracin en instruccin, cont tambin que Vilario lleg aquel 30 de abril de 1994 a su bar Los ngeles, ubicado en la ra Nova, entre las siete y las siete y media. La acusacin particular siempre sostuvo que el acusado se march poco despus, ya que este testigo nunca dijo que no lo viese irse. Yo, sin embargo, me decanto ms por la otra versin, la de la defensa. Es cierto que no dijo expresamente que se haba quedado en el bar, pero da a entender que lleg a eso de las siete para ya quedarse all. Si se hubiera ido, estoy seguro de que lo habra dicho en su declaracin, argument Brezmes.

El representante del Ministerio Pblico, tras destacar algunos contraindicios ms que exculparan al acusado, como la inconsistencia en las declaraciones de testigos que dijeron haber visto u odo cosas que jams se probaron o que incluso luego negaron ellos mismos, remat su argumentacin. Entiendo y valoro el esfuerzo y exhaustividad de la acusacin. Y entiendo el dolor de las familias. Cuando recib el caso y siempre que habl con ellas, les promet que investigara y que tratara de aclararlo todo y encontrar al culpable. Pero no ha sido posible. No se ha podido o no hemos conseguido ir ms all de lo que se ha expuesto esta semana en esta sala, valor.

La acusacin particular: Tenemos una oportunidad histrica para demostrar que la justicia existe

La importancia de la versin del fiscal podra terminar decantando la balanza hacia la absolucin del acusado, pero la abogada de las familias, Carmen Balfagn, defendi su postura hasta el ltimo segundo del juicio. Acompaada de Gerardo Pardo de Vera, que abogado que consigui que este procedimiento llegase a juicio, explic con mucho detalle los motivos por los que creen que se debe condenar a Juan Vilario por el asesinato de Elena Lpez y Esteban Carballedo, los dos trabajadores del Cash Record.

Tenemos una oportunidad histrica para demostrar que la justicia existe, empez diciendo la abogada. Segn ella, a pesar de que no existen pruebas directas del doble asesinato, hay indicios slidos y contundentes ratificados no por cualquiera, sino por la Polica Local de Lugo, la Polica Judicial y la UDEV de Madrid, que son expertos muy experimentados en este tipo de investigaciones.

Y es que las declaraciones de los policas a lo largo del juicio sealaron que Vilario es el autor razonable del crimen, ya que cumple todos los requisitos. En estos supuestos requisitos se asent la acusacin de la abogada madrilea, que reiter su peticin de 28 aos de prisin —el mximo posible segn la ley del 1994— por dos delitos de asesinato, uno de robo con violencia y otro de tenencia ilcita de armas.

Los indicios que debe valorar la Audiencia para condenar a Vilario, segn la abogada, sonslidos y contundentes. Balfagn empez destacando que el acusado era cliente habitual del Cash Record, por lo que tendra la confianza necesaria con los empleados para que lo dejasen pasar a ltima hora de aquella tarde.

Tambin puso en valor que manejaba armas con destreza, como apuntaron los policas, y que se le encontraron cartuchos de todos los aos menos del utilizado para el crimen, lo que indicara que se hizo de ellos y del arma letal.

La abogada seal tambin que Vilario llevaba un estilo de vida superior al que se le supona por la actividad de su bar. Esto, sumado a las grandes cantidades que se supo que haba ingresado despus del crimen, le hacen pensar que obtuvo un importante aumento patrimonial con lo robado en el Cash Record. Pero no solo eso, sino que tambin record que su madre se compr un piso apenas unos das despus de la muerte de Toirn, un traficante de drogas cuyo asesinato le imputa tambin a Vilario en 1997. Alguien se explica cmo pudo obtener estos enormes ingresos si no fue a travs de robar el Cash Record y matar a Toirn?, se pregunt.

Destac la abogada, seguidamente, que un testigo que, aquella tarde, vio a un hombre conduciendo un coche en actitud sospechosa, reconoci el rostro de Vilario en dos fotografas que le mostraron agentes de la UDEV aos despus del suceso. Aun con dudas debido al paso del tiempo, qued claro que identific al acusado como el hombre ms parecido al que vio aquel da en O Ceao, resumi.

Alguien se explica cmo pudo obtener estos enormes ingresos si no fue a travs de robar el Cash Record y matar a Toirn?

Hizo hincapi tambin en que un agente de la Polica Cientfica declar que, analizando la escena del crimen, el tirador que mat a Elena era de su altura, ms o menos. Un perfil en el que encaja Vilario, aadi.

Otro argumento a su favor fueron las declaraciones de los toxicmanos amigos de Vilario, que afirmaron (uno en instruccin y otro en el juicio) que el acusado le ofreci a uno de ellos atracar el Cash Record, destacando que conoca detalles que solo poda saber si se los cont Vilario. Adems, rechaz la tesis de fiscal y defensa, que argumentaron que uno de ellos vio entrar a Vilario en su bar a las siete de la tarde de aquel da y que nunca sali. La abogada de este seor ha mentido. El testigo nunca dijo que no lo vio salir, solo que lo vio entrar. Pudo marcharse y, en cinco minutos, coger el coche y estar listo en O Ceao, contraargument.

Como ltimo alegato, Balfagn inst al tribunal de la Audiencia a valorar la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que en una sentencia reciente, valora la prueba indiciaria (un conjunto poderoso de indicios) como si fuesen una prueba, algo que, segn ella, sera suficiente para que se emitiese una sentencia condenatoria. Finalmente, pidi que se hiciese justicia con las familias de Elena y Esteban, que tanto han sufrido estos casi 30 aos.

La defensa: Se estaba buscando al autor del crimen o pruebas contra Vilario?

Por ltimo, fue el turno de Paula Salvador, la abogada de Juan Vilario. La letrada lucense, que ya saba que contaba con el apoyo del fiscal jefe, explic pormenorizadamente los motivos por los que crea que su cliente deba ser absuelto.

Si nos paramos a analizar todo lo que se ha contado aqu y todo lo que se ha sabido de este caso desde hace ms de 28 aos, hay muy pocas objetividades. Las nicas que han sido corroboradas al cien por cien son que no hay huellas en la escena del crimen, que jams se encontr el arma con la que se asesin a los fallecidos y que murieron a las ocho de la tarde. Esas objetividades, las nicas del caso, no representan ni siquiera indicios para acusar a mi cliente, resumi.

Y es que Salvador fue contundente en su argumentacin, sabiendo que se encontraba en una posicin ms favorable tras or al fiscal. Que no nos engaen. Es cierto que hay jurisprudencia que valora la prueba indiciaria, pero tiene que ir acompaada de pruebas directas contundentes, algo que aqu no hemos visto contra mi cliente, aleg.

Al igual, que Brezmes, Salvador le pidi al tribunal tener en cuenta los contraindicios que desmontan la versin de la acusacin. En su turno de palabra, enumer una serie de detalles que, segn ella, no constituyen indicios contra su cliente. Las declaraciones de uno de los testigos clave son cambiantes, inconsistentes y fantasiosas. Los testigos que dijeron ver algo en O Ceao aquel da dan versiones distintas, por ejemplo, sobre un supuesto coche blanco que jams se le ha podido atribuir a mi cliente. Tampoco se le puede relacionar con el atraco al Cash Mio, porque no es tan similar al de Cash Record ni mucho menos, o con la muerte del seor Toirn, por la que jams fue siquiera investigado. No se le encontr ni un solo arma a partir del ao 1993, as que no se puede decir que fuese un experto. Qu indicios se supone que hay contra l, si todo es inconsistente o directamente mentira?, coment Salvador.

Se ha querido juzgar a alguien sin tener siquiera pruebas contra l, por el mero hecho de tener a alguien a quien culpar

Tras elaborar su argumento, quiso rechazar la versin inculpatoria con una hiptesis propia. Les voy a decir lo que yo pienso. Yo creo que mi cliente est hoy sentado en el banquillo porque es al nico al que podan sentar. Se ha querido juzgar a alguien sin tener siquiera pruebas contra l, por el mero hecho de tener a alguien a quien culpar. Como no se poda ir contra el resto de sospechosos que hubo en la causa, se ha ido contra el nico contra el que no haba prescrito. Es as de fcil, concluy la letrada.

Segn ella, la instruccin jams pudo haber llevado a una acusacin, ya que ms que analizar los indicios y que estos llevaran a un acusado, se cogi a mi cliente y se buscaron indicios que pode atribuirle y que sirvieran para hacer una acusacin artificial contra l. Se estaba buscando al autor del crimen o pruebas contra Vilario?, termin la letrada.

Vilario no quiso decir nada ms

Como en todos los juicios de este tipo, el acusado tuvo derecho a ejercer la ltima palabra. Juan Vilario, que se enfrenta a 28 aos de prisin por el atraco con doble asesinato del Cash Record, se levant de su silla y, mirando al tribunal, confirm lo esperado: no tena nada ms que decir. El juicio, por lo tanto, qued visto para sentencia. Una resolucin que, debido a su complejidad, se espera que tarde semanas en llegar.

Las familias recurrirn la sentencia si se absuelve al procesado

Las familias de las vctimas del doble crimen delCashRecord de O Ceaocomparecieron este viernes frente a la Audiencia Provincial, antes de dar comienzo la ltima jornada del juicio. Ante los medios, afirmaron que recurrirn la sentencia si se absuelve al procesado.

La hermana de la cajera fallecida, Isabel Lpez,indicque estn esperanzados y que la pena es que esto no se hubiera hecho antes. An as, Lpezapunt que parece que a la gente que hace bien su trabajo no la escuchan y la gente que lo hace mal la arropan.

Asimismo, la cuada de la otra vctima, Beli Snchez,subray que las familias haban llegado a no creer en la justicia, ya que solo pareca que era para ricos. As, ha precisado que con este juicio espera creer y volver a tener fe en la justicia.

A la salida de la Audiencia, tras conocer las conclusiones de todas las partes, la abogada de la acusacin, Carmen Balfagn, asegur que han luchado con las armas que tenan y que si no consiguen una sentencia condenatoria seguirn.

As,seal que en las conclusiones tanto del fiscal como de la defensa le habra gustado que dijesen de donde salieron los tres millones de pesetas que el acusado ingres poco despus del atraco.

La opinin pblica ya lo ha juzgado por sus mentiras

Aunque finalmente deleg en la letrada Carmen Balfagn el ejercicio de la acusacin particular, Gerardo Pardo de Vera fue el letrado lucense que durante aos estuvo al lado de las familias de los dos asesinados en el doble crimen delCashRecord, Esteban Carballedo y Elena Lpez. Este viernes, las puertas de la Audiencia Provincial, dijo que la vista ha servido para desmontar las patraas y mentiras del procesado.

Desde su punto de vista, aunque en la causa no existen pruebas directas, s han quedado patentes a lo largo de la investigacin y ahora en el desarrollo de la vista oral indicios determinantes que apuntan a la autora por parte del procesado de ambos crmenes.

No somos nosotros los nicos que decimos que hay una carga probatoria suficiente como para concluir en una condena, dijo el letrado a los medios de comunicacin, en alusin a la conviccin expresada en la vista oral por parte de los policas que realizaron las investigaciones.

Adems, quiso destacar, en el mismo plano de importancia, que todas las mentiras y patraas del acusado quedaron desmontadas.

Se han ido desmontando una a una. Est en su derecho de mentir, pero eso no es inocuo. Debe ser valorado por el tribunal. La opinin pblica ya lo ha hecho, sentenci.

Estoy segura de que la sentencia ser absolutoria

Por su parte, la abogada de la defensa, Paula Salvador,apunt que est segura de que la sentencia ser absolutoria, aunque cree que puede tardar, ya que es un caso complicado y antiguo.

Salvadoraleg que analizaron el caso investigadores de prestigio reconocido y que no llegaron a ninguna conclusin. As, ha insistido en que en el procedimiento judicial no se puede condenar a nadie en base a sospechas, ya que una sospecha no es un indicio de nada.