Seis extranjeros que se establecieron en Galicia cuentan cómo la vida les trajo hasta esta comunidad y qué factores influyeron para que decidieran instalarse en el “rincón ideal para vivir”
5 de agosto de 2024 . Actualizado a las 05:00 a.m.
Los Juegos Olímpicos han puesto de relieve el multiculturalismo europeo, una tendencia que se viene desarrollando desde hace años en el continente, pero también en sus rincones más lejanos, como Galicia, donde se ha afianzado.
El flujo migratorio que experimenta Galicia, aunque dependiente de los ciclos económicos, es «creciente, significativo y real». Así lo afirmó Carlos Veras Sixto, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Santiago de Compostela. «Aunque Galicia todavía no ocupa el primer lugar entre las comunidades autónomas más elegidas por los inmigrantes, avanza hacia eso», añade. “Galicia avanza hacia la multiculturalidad, donde conviven personas de diferentes culturas y países”, continúa Veras. Así lo confirman los testimonios de las seis personas entrevistadas.
Elizabeth Fernández
desde la infancia. “Llegué en 2007 desde República Dominicana”, explica Elizabeth Fernández. Aunque actualmente reside en Lugo, no fue el primer destino que vivió cuando llegó a Galicia. Durante su juventud pasó estancias tuteladas en Celero y Vivero, gracias a los programas que ofrece la ONG Igaxes, adaptados a las diferentes etapas de la vida. Actualmente, se considera una ciudadana más de Lugo: “Me siento más gallega que dominicana. “La calidad de vida que encontré aquí no se puede encontrar en ningún otro lugar”. A su llegada tuvo muy buena adaptación. “Quizás fue porque llegué a una edad tan joven, lo que me hizo integrarme desde el primer momento”, afirma.
Su relación con Lugo es tan fuerte que aunque recientemente regresó a su ciudad natal, «a los pocos días ya tenía ganas de volver». Es más, “llegaba a mi país y no paraba de cocinar”, comenta entre risas: “En el extranjero tienen mucha curiosidad por los temas gastronómicos y me piden que les haga recetas de aquí”.
Andres Clouston
De Escocia a A Coruña. Andrew Clouston se instaló en Galicia por amor. Se instaló en 1996, pero visitó la ciudad de Heraklion por primera vez en 1991 “por casualidad, por un trabajo que me ofrecieron”, explica. Estaba trabajando en Londres como profesor, y desde la empresa pidieron voluntarios para ir a España, concretamente a La Coruña. Fue idea suya volver a Escocia al cabo de un tiempo, pero el destino quiso que su relación con Galicia durara más. Y así fue: “Conocí a mi actual esposa y sigo hasta el día de hoy”.
Viajó mucho, gracias a lo cual se dio cuenta de que “la vida aquí, en Galicia, tiene una calidad increíble”, afirma el profesor de inglés. Señala no sólo Galicia como lugar, sino también “las muchas similitudes que existen entre gallegos y escoceses”, y lo que más le gusta de los gallegos “es su deseo de hacer negocios, su curiosidad y su iniciativa para crear empresas”.
Después de casi 28 años viviendo en La Coruña, se siente “bastante gallego” y cuando regresa a Escocia para visitar a su familia se siente “un poco extranjero”. Andrew Clouston finaliza su relato hablando de su familia: “Si mis hijos empiezan a viajar por el mundo, espero que sigan viendo Galicia como un hogar al que volver, un hogar al que volver. “Es un rincón del mundo muy hermoso, encantador y perfecto para vivir”.
José Romero
Deseo de trabajar. Desde Cambados, José Romero, peruano de nacimiento, comentó que lo tenía claro: “Viviré aquí para vivir, en esta ciudad cómoda y tranquila”. Con la demanda que había en el sector pesquero hacia el año 2003, y ante la oportunidad de negocio, Romero no dudó y tuvo “la primera y la última opción de venir aquí”.
Tiene una opinión clara sobre lo que distingue a la sociedad: “Comparando Galicia con otras, nadie supera a Galicia en el trabajo. Aquí hay trabajo ahora, si no te gusta o no quieres trabajar 5 o 6 horas, claro que no vale la pena, pero aquí hay trabajo.
Lleva veinte años viviendo en Cambados, y dice que llegó con “un grupo de peruanos que vinieron muy preparados y con muchas ganas de trabajar”. Algunos regresaron al Perú pero quedaron impresionados por la calidad de vida: “Fue lo que me hizo quedarme, la calidad de vida para mí y mi familia”.
Jenny Ramírez
Por amor. Jenny Ramírez, nacida en Venezuela, llegó a Galicia el 6 de junio de 2002 con su pareja de entonces. Aunque este amor no floreció, de la visita nació un nuevo amor: el que el venezolano desarrolló en Galicia.
Plenamente aclimatada tras vivir más de dos décadas en La Coruña, esta asesora fiscal recuerda que lo que más le llamó la atención cuando llegó fue “el contraste del clima respecto a Venezuela, y el frío del invierno. También le impresionó mucho el clima”. combinación de mar y montaña, ya que están todos juntos en un mismo lugar”.
Respecto a su integración social comenta: “Los gallegos son gente menos sociable que los latinoamericanos, pero es cierto que cuando los conoces un poco son gente muy acogedora, te integran en sus grupos y te consideran familia”. Cuando te haces amigo de ellos, son personas muy leales».
En cuanto a si está pensando en retirarse definitivamente en Galicia, la respuesta es inmediata: “Sí”. definitivamente. No pienso salir de España bajo ningún escenario. En Galicia hay maravillas, y aún me queda mucho por descubrir.
natalia
Escapar de la guerra. El inicio de la operación militar rusa en territorio ucraniano en 2022 obligó a miles de personas a abandonar el país. Entre ellos estaba Natalia, que vivió en La Coruña dos años y tres meses. «No sé por qué eligieron Galicia», dice. «Sólo queríamos escapar de la guerra». Su adaptación ha sido complicada, las diferencias culturales están muy presentes en su día a día, “las relaciones, la comida, la vida, todo es diferente, ha sido difícil”. En su país tenía trabajo y casa propia. «No me quejo, aquí lo tengo todo», afirma.
Natalia ahora trabaja en una residencia de ancianos y sigue las novedades de su país, donde aún vive su hijo de 26 años. “Extraño mi vida pasada, mi madre, mi casa, mis amigos… No puedo volver a mi ciudad, pero entiendo que no puedo recuperarla, por eso quiero vivir bien aquí”.
Caio Vinícius
Sin volver. Nacido en Brasil, Caio ha vivido en Santiago de Compostela durante casi seis años, ciudad que ahora considera su hogar. “Antes de llegar a Galicia no sabía nada del lugar, quería conocerlo y dejarme sorprender. Cuando llegué, lo primero que pensé fue que éste es un lugar hermoso.
Aunque se adaptó a la perfección, sus inicios en Galicia no fueron fáciles. “No sabía español y me costó adaptarme porque me daba vergüenza hablarlo pero poco a poco fui conociendo gente y me enseñaron. Lo que significa tener relaciones con gallegos, dice Don La más mínima duda: “Aquí la gente es más reservada, pero cuando coges confianza haces amigos para toda la vida. “Me siento integrado: mis amigos gallegos me han dado más confianza”. lo que siente ha cambiado en los seis años que lleva viviendo en Santiago, dice “Más capaz de hacer las cosas. “Los gallegos tienen muchas ganas de ayudar y animar a la gente”.
El joven no ha visitado Brasil desde que se fue, y aunque quiere ver a los suyos, destaca que será en periodos cortos, porque se ve instalándose definitivamente en Galicia: “Busco estabilidad y creo que Galicia es un buen lugar para llegar… cabaña Para volver a”. Combina sus dos lenguajes para concluir: “¡Si tuviera que definir mi relación con esta tierra en tres palabras, sería así!”.Galicia Quirot Moito!».