La jueza Goretti Lamela, en su despacho de Moros. Carmela Quijero
Ha pasado casi un año desde que Goretti Lamela Fernández asumió el cargo en su primer destino, el único juzgado de los Moros. Con cinco años ya sabía cuál sería su profesión: “Me alegro de haber luchado tanto para estar aquí”.
19 de enero de 2025 . Actualizado a las 05:00 a.m.
a diario, Goretti Lamela Fernández (Moros, 1994) Decide qué juez quieres. Una carrera que eligió cuando sólo tenía cinco años y que desde entonces ha ido guiando cada paso hasta llevarla a su primer destino. Lo que no imaginaba es que ese juzgado sería el juzgado del pueblo donde él nació. Ha pasado casi un año desde que juró su cargo y regresó al Tribunal Supremo de Zosteza en Galicia junto a otros trece compañeros. Paredes La casa donde la esperaban sus familiares y amigos. Esta no era la primera vez que subía al segundo piso del edificio que también alberga el Ayuntamiento; Ya estaba en fase de reposición y refuerzo.
Admite que la decisión de continuar allí como principiante generó «un poco de polémica», porque ella es del mismo lugar donde entrenará. Tras escuchar los consejos de varios compañeros -que la animaron a no preocuparse- durante los meses del cambio no se encontró con ninguna situación incómoda a la hora de abandonar el estadio, y a la hora de elegir destino se decidió por Moros. “Todo está muy valorado y organizado. “Si hay algo que no se puede saber por proximidad, se sigue el mismo procedimiento que en otro juzgado”, explica Goretti Lamela. Al final, el recibimiento fue «muy cálido» fuera y dentro del juzgado, y los vecinos expresaron su orgullo de tener a alguien como ella de la ciudad como juez.
Desde su primer día recuerda la emoción que sentía en el pecho al dedicar su día a aquello por lo que tanto luchó. Lo hizo al conocer el caso de A. una cancha Que presta servicio a cuatro ayuntamientos (Moros, Carnota, Mazaricos y Serra de Utes) y exige su «dedicación absoluta». Cualquier asunto recae en él y en el tribunal, que tiene todos los poderes. “La gente podría pensar que el trabajo de un juez es entrar a la sala, llevar a cabo un juicio y dictar sentencia, pero hay muchas otras cosas”, primero señala y luego enumera: investigar algún delito, tomar decisiones. Durante las guardias, reuniones con las fuerzas de seguridad, conocer cómo le va a la parte fuera del tribunal o tener en cuenta lo que se encontrará. Lo que le preocupaba en sus inicios era que tuviera acceso a todo, que las horas de luz fueran suficientes, y hoy lo sabe: “Le dedico todo el esfuerzo que requiere el tribunal”.
este es tu dia
Su día en la corte varía mucho. Por la mañana se celebran juicios, se toman declaraciones durante la fase de investigación, se mantienen reuniones con las fuerzas de seguridad y hay guardias. Allí es habitual el desfile de detenidos por la sala del tribunal. “El porcentaje más alto de casos de guardia es Violencia de género. Se calcula que «su número alcanza el 90% de los detenidos». En momentos como estos, dice, deben responder «preguntas sobre las que no se ha escrito todo sobre ellos». Ha recibido en su consultorio a víctimas de violencia sexual que vienen con sus hijos porque no tienen dónde dejarlos. “Intentas afrontarlo lo mejor que puedes y tratas de que estos acontecimientos les afecten lo menos posible. “En la sala tomarás una decisión que supondrá un punto de inflexión en tu vida”, explica. Si es necesario, prepara algunos colores para que el niño pinte mientras espera a su madre.
Por la tarde, el trabajo continúa en casa, donde se llevan provisiones. “Mentalmente, es un esfuerzo que haces constantemente: comienza antes de llegar a la sala del tribunal y termina mucho después de salir”, explica.
Asesinatos, Asesinatos, Agresiones sexuales, Movimiento de drogas también Robos con armas Estos son los casos más complejos que ha recibido en este momento. «Se podría pensar que es una cancha tranquila, siendo una ciudad, pero surgen cosas inesperadas». De hecho, el teléfono del guardia sonó a las tres de la madrugada debido a un intento de asesinato. ¿Asustado? “No es así, pero hay situaciones que merecen respeto”. Entre los casos sencillos, lo ha visto todo: amenazas, lesiones, agresiones, numerosos daños y cuestiones patrimoniales, como linderos y servidumbres.
“Todos los días elegiré ser juez”.
Sara Pérez
Para enfrentar todo lo que existe Un equipo de ocho personas.: La propia jueza, un abogado del Departamento de Justicia, un asistente, tres empleados y dos agentes de derecho penal. “Siempre faltan manos extra, pero este equipo es impecable. La mayoría de ellos llevan muchos años aquí. “Se dedican en cuerpo y alma”, dice Goretti Lamela. Aunque no sea físico, los trece árbitros gallegos de su promoción están muy presentes en su día a día: “Hacemos un equipazo. No hay puerta a la que llamar, pero sí un teléfono. «Nos tenemos unos a otros ahí para sentir que no estamos solos en esto».
El desafío que tiene por delante es el mismo que comparte como consejo a los futuros jueces: nunca perder Son las nuevas generaciones.. “Ha sido un año intenso pero gratificante. Cuando me explicaron lo que significaba ser juez supe que ese era mi camino y nunca me desvié. «Me alegro de haber luchado duro». De momento, seguirá «interesándose por el Tribunal de Moros», al menos hasta que sea juez, donde podrá optar a puestos en los que pueda dedicarse exclusivamente a materias como instrucción, derecho penal o de familia.
Ha sido un año en el que, cada día y con cada pequeña decisión que tomó, Goretti Lamela eligió ser una jueza que responde a los problemas de la mejor manera posible, toma en cuenta las particularidades de cada caso y acerca la justicia. A la comunidad y transmitir la idea de que están ahí para proteger a quienes lo necesitan.