El procedimiento, instruido en el Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Cambados, incluye el decomiso de droga por valor de más de medio millón de euros al sumar una tercera pata, con casi 36 kilos de hachís por medio
12 ene 2024 . Actualizado a las 21:10 h.
Once son los acusados que el próximo martes, día 16, están llamados a sentarse desde las diez de la mañana en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial para enfrentarse a la acusación de un delito contra la salud pública. El caso, instruido en el Juzgado de Primera Instancia Número 3 de Cambados, se presenta a modo de muñeca rusa, con tres bloques de acusados, de entre 30 y 68 años de edad y sin antecedentes penales computables a efectos de reincidencia, por el tráfico en la provincia de Pontevedra de otras tantas diferentes sustancias estupefacientes, cannabis, hachís y heroína. Siete de los procesados, frente a la acusación añadida de pertenencia a grupo criminal. Una operación tres en uno fruto de las indagaciones desarrolladas por el Servicio de Vigilancia Aduanera y el grupo UDYCO Pontevedra del Cuerpo Nacional de Policía junto al EDOA de la Guardia Civil, sustanciada en el capítulo de decomisos en la incautación de diferentes partidas de droga cuyo valor en el mercado estiman los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en 544.945,51 euros.
De la lectura del escrito de acusación de la Fiscalía se induce que la clave de las tres operaciones fue la investigación acometida sobre dos sujetos en particular. Uno de ellos, ya fallecido y del que no se ofrecen detalles. El otro, un ciudadano albanés de 43 años, que dirigía y, junto al primero, coordinaba un grupo de media docena de individuos, en su mayoría, si no en su totalidad, albaneses, en una red dedicada al acondicionamiento, cuidado y explotación posterior de distintas plantaciones masivas de cannabis. Una actividad sostenida y estructurada con encomienda de tareas particularizadas desarrollada entre el año 2016 y el 4 de junio del 2018, cuando un operativo policial registró dos de las mencionadas plantaciones. Una, en marcha en una nave del lugar de A Vacariza, en Rianxo, propiedad de uno de los encausados, en la que se decomisaron 49 plantas, con 10 kilos de peso en hojas e inflorescencias y un valor en el mercado ilícito de 15.791,24 euros y 87 esquejes con 116,24 gramos de materia para la producción de cannabis por valor de 638,15 euros. En una segunda nave, en Verín, se hallaron 433 plantas de cannabis con un valor de mercado de 110.609,42 euros y 4 cajas con hojas de la planta valorados en 12.463,60 euros.
Los cinco procesados se enfrentan desde el próximo martes a la petición de cuatro años y seis meses de prisión y multa de 350.000 euros por un delito contra la salud pública y a un año de prisión por el delito de integración en grupo criminal.
En el desarrollo de la investigación sobre la actividad de acopio y comercialización de cannabis del líder del presunto grupo criminal, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado descubrieron la actividad para la introducción de diferentes partidas de heroína en la provincia de Pontevedra de otros dos individuos, nacidos en Holanda y de 52 y 62 años de edad. Ambos, de la mano de un tercero ya fallecido y con la colaboración ocasional de una ciudadana portuguesa de 41 años.
Los tres primeros, sostiene la investigación policial, actuaban estable y coordinadamente importando heroína destinada al mercado ilícito pontevedrés, encargándose los dos holandeses de los contactos precisos con los proveedores de la droga en su país de origen. Hasta allí financiaban los desplazamientos del investigado ya fallecido acompañado de una pareja que le daba cobertura, haciéndolo en avión para poder regresar en un coche provisto de un compartimento oculto y creado específicamente para el traslado de la heroína.
El 10 de mayo del 2018, se apunta desde la Fiscalía, el fallecido y la ciudadana portuguesa volaron desde Porto a Ámsterdam, desde donde emprendieron un viaje de vuelta en un Nissan Almera ya cargado con la partida de heroína, cuya introducción en Pontevedra habían coordinado personalmente los dos holandeses investigados.
Merced a las medidas de investigación autorizadas judicialmente, sobre las 23 horas del 12 de mayo del 2018 las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado interceptaron el vehículo en el peaje de salida de la autopista AP-9 dirección Sanxenxo, localidad donde aguardaban los dos holandeses procesados para la recepción de la droga. En el interior del coche, en un compartimento oculto donde deberían estar los airbag, 14 paquetes de heroína con un peso de 6.965,2 gramos, casi 7 kilos con una pureza superior al 50 % y un valor en el mercado calculado en los 208.956 euros. También 20 kilos de una sustancia de corte con paracetamol y cafeína.
La Fiscalía pide para los dos holandeses 9 años de prisión y multa de 600.000 euros y 4 años y 6 meses y 100.000 para la transportista por delito contra la salud pública, además de 2 años de cárcel para los dos primeros por un delito de integración en grupo criminal.
Casi 36 kilos de hachís interceptados camino de Pontevedra
La investigación al entramado de cultivo y comercialización de cannabis permitió un tercer golpe contra el tráfico de estupefacientes en la provincia de Pontevedra. El Servicio de Vigilancia Aduanera, la UDYCO y el EDOA descubrieron que el investigado ya fallecido que codirigía la trama junto a uno de los ciudadanos albaneses procesados en la operación había concertado también por su cuenta la adquisición de una partida de hachís para su venta en el mercado ilícito de Pontevedra.
Acompañado de un ciudadano albanés, el fallecido partió de Mosteiro el 6 de abril del 2018 para cerrar una compra con dos vecinos de Málaga, padre e hijo de 68 y 37 años. Poco después del intercambio en un área de servicio de la A8, la Policía interceptó el coche en el que los compradores portaban 357 tabletas de hachís, con un peso de 35,8 kilos valorados en 196.487,1 euros. Los procesados encaran una petición de 4 años y 6 meses de cárcel y 550.000 euros de multa.