Ayer recibió en Acoroa los honores de sus compañeros tras su jubilación como magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de Xustiza de Galicia
18 de marzo de 2023 . Actualizado a las 05:00 AM.
María Teresa Conde Pompidou (Pontevedra, 1951), recibió ayer los honores de sus compañeros y amigos en el Hotel NH Collection Finisterre de A Corua tras su reciente jubilación como juez de sala de trabajo del Tribunal Supremo de Xustiza de Galicia. Fue la despedida de una dilatada carrera judicial siempre ligada a aspectos empresariales, desde sus inicios en 1994 en Santa Cruz de Tenerife hasta su paso por los juzgados de Pontevedra, Vigo y TSXG, todos ellos de jurisdicción social. Entre ellos un sexenio (2008-2014) como presidente de la Shura de Galicia.
Antes del homenaje, la ex jueza repasó su trayectoria para La Voz, que ha vivido Transición del franquismo a la democraciacon legislaciones laborales y sindicatos legales completamente diferentes.
En cuanto a la situación de la justicia, cree que no es el mejor momento: los años de retraso en la sustitución del Consejo de la Judicatura han causado mucho daño y enfrentamiento. No puede haber un gobierno de magistrados esperando todo el tiempo que los reemplacen. Las vacantes no se llenan y esto afecta a todos porque este es el gobierno de los jueces. De todos modos, confíen en que de este gran agujero saldrá justicia.
La exmagistrada, que estuvo acompañada en el homenaje a su hermano, Cándido Conde-Pompidou, actual presidente del Tribunal Constitucional, Optimista ante el gran cambio que se avecina para la justicia, que está muy atrasado. Marca el momento en que las instrucciones recaen sobre los fiscales con la vigilancia de los jueces de fianza y el establecimiento de tribunales de grado para que haya una mejor distribución de asuntos y esos sacos interminables en que se han convertido algunos tribunales.
el trabajo mas hermoso
Maria Teresa Condé-Pompidou está contenta con su carrera y obviamente si retrocedió en el tiempo Volvería a ser juez sin dudarlo.. Valora mucho la ley, que es una herramienta fundamental para garantizar los derechos de los ciudadanos. ¿Estás convencido de eso? El acto más hermoso es buscar o impartir justiciaque son las dos actividades a las que he dedicado mi vida, y no tengo ninguna duda de que volvería a hacerlo.