Perdemos el campo profesional

Gonzalo Fernández (Madrid, 1965) dice que nació en la capital por casualidad, y que en Lugo es veterinario. Fui parte de la primera promoción que dejé La universidad que ahora dirige es sacrosanta, sea o no parte de la vida universitaria en la ciudad..

Lleva dos años en el cargo, ¿cómo fue la experiencia?

Como todo, tiene sus sombras y sus luces. La posibilidad de gestionar y coordinar cosas que se pueden mejorar es buena, pero hay mucha burocracia. Esto lleva mucho tiempo, es la parte más difícil del trabajo.

El interés en este grado parece estar creciendo.

—Tenemos aplicaciones en más lugares. Sucede en todos los colegios de España. Lo que notamos es que los estudiantes vienen con una visión muy sesgada de la medicina veterinaria. Si vienen de una zona rural lo asocian con el veterinario de campo y si vienen de la ciudad lo asocian con la clínica canina. Nuestra misión es mostrarles la gama completa de trabajos que pueden hacer, desde la seguridad alimentaria hasta el bienestar animal.

—Hay mascotas incubando. esto es trabajo

– Cuando terminé la carrera, en 1989, solo había una clínica canina en todo el condado. Ahora hay ciudades con dos; En Lugo ya no te digo eso. Efectivamente, no sólo en Lugo, sino en muchos países, falta el veterinario de campo y hay que potenciarlo. Muchos estudiantes se involucran con la idea de trabajar con animales de compañía.

—Estos son los tiempos.

Estamos tomando alguna acción. Hemos hecho campaña entre los alumnos de ganadería de la FP para explicarles que pueden intentar estudiar veterinaria. Este año, de los 114 ingresados, 35 procedían del ramo ganadero. Queremos cambiar el perfil del alumno para adaptarnos a las necesidades de la comunidad.

– La sociedad exige más cuidados al perro de los que exige para asegurar el futuro del sector agrícola.

Para cuidar al perro, la oferta y la demanda están más equilibradas. Para animales de producción, no. La demanda es mucho mayor que la oferta.

¿El egresado encuentra trabajo fácilmente?

Tienen posibilidades. No tenemos datos concretos, pero los antiguos alumnos dicen que sí, y encuentran trabajo fácilmente.

– Desde que asistí a esta universidad, estoy seguro de que las cosas han cambiado mucho.

«Sí, bastante». Se están haciendo muchas prácticas. Cuando empecé no había ni un edificio. Nuestros recursos eran escasos y no había granjas.

¿Por qué eligió esta profesión?

– Mi padre era veterinario, pero prohibió a todos sus hijos estudiar veterinaria. Lo ignoré y creo que finalmente se emocionó. Me encantan los animales y la biología… porque tuve experiencias profesionales descubrí aspectos de la medicina veterinaria que no conocía y me gustaban.

– La granja, el laboratorio, la oficina, el aula… ¿Dónde te sientes más cómodo?

– Lo que más me gusta son las aulas. Yo también soy funcionario de la Xunta y me fui porque mi sueño era ser profesor. En realidad, todavía estoy estudiando. De vez en cuando me escapo a una pasantía porque comunicarme con los estudiantes es lo que más me gusta. Y me acerqué al decano con la idea de que la enseñanza podría ser mejor.

– Algunos profesores universitarios se quejan de que sus alumnos son un poco anónimos y cometen muchas faltas de ortografía.

Siempre hay una tendencia a pensar que las generaciones anteriores lo hicieron mejor. Los encuentro algo inmaduros. Y que decir de los defectos… Te digo: Hombre, si lo pones en una palabra y lo pones en rojo, por algo debe ser.

– ¿Son también la mayoría de los estudiantes?

El porcentaje de mujeres es del 80%. La mitad de los alumnos son de fuera de Galicia. Vienen de toda España y el 4% son extranjeros.

– ¿Celta o Avispa?

No entiendo nada de fútbol. Ni siquiera sé en qué categoría están.

– ¿En cuanto a Breogn?

– Soy de voleibol, de Imeev.

¿Qué haces con tu tiempo libre?

– Me encanta viajar mucho. No necesariamente en el extranjero. Me gusta ir con mi mujer a visitar una parte desconocida de Galicia. Me saca del trabajo y recarga mis baterías.

¿Cómo te defines en pocas palabras?

– Trato de ser conciliador, soy muy trabajador y muy responsable en mi compromiso.

– ¿Cuál es el mejor momento del día para ti?

– Cuando llego a casa y estoy con mi esposa.

¿Sabes cómo hacer una tortilla de patata?

«No soy muy cocinera, pero hay tres o cuatro cosas que hago». Entre ellos se encuentra una tortilla de patata.

– Ya no es una empanada.

-No. Pero bacalao, sí.

Si fuera nombrado primer ministro, ¿qué decreto firmaría primero?

Mejorar la financiación de la investigación y la formación universitaria. Adaptarse a los mínimos marcados por todos los países desarrollados. Es aquí que trabajamos con lo que es. Somos muy eficientes, porque veo trabajo de grupos estadounidenses con presupuestos de un millón de euros y casi competimos con ellos con presupuestos mucho más pequeños.

«¿De qué te arrepientes?»

—de dedicar más tiempo al trabajo y menos a mi familia. A veces mi mujer me pregunta: ¿pero yo no soy funcionario?

-Canción.

“Cualquiera de Supertramp.

¿Qué es lo más importante en la vida?

-la familia.