Las alertas por lluvia y viento estarán activas en algunas partes de la comunidad durante todo el día. A Coruña está siendo la provincia más afectada
19 oct 2023 . Actualizado a las 13:16 h.
Entre las doce de la mañana de ayer y las seis de esta madrugada, el 112 Galicia registró unas 271 incidencias relacionadas con el viento y la lluvia que trae la borrasca Aline. La mayoría se registraron durante la tarde del miércoles, mientras que por la noche se sumaron nueve incidentes, ninguno de consideración. Un aviso amarillo por lluvia y viento afecta a todo el territorio gallego en estos momentos, así como en el litoral. La Aemet, que advierte que de la mano de la borrasca viene una potente línea de inestabilidad que está cruzando la comunidad gallega de oeste a este y que va descargando precipitaciones de carácter torrencial, eleva ese riesgo a naranja desde las seis de la tarde hasta las doce de la noche en la costa.
Mañana, viernes, se esperan grandes olas que podrían alcanzar los diez metros de altura y que obligarán a activar una alerta roja en la costa gallega.
La borrasca Aline obliga a activar una alerta roja en la costa gallega
Xavier Fonseca
A Coruña ha sido la provincia más afectada, con 130 incidencias, seguida de Pontevedra, con 107, mientras que Lugo y Ourense sufrieron con menor intensidad los efectos de la borrasca Aline. Los concellos que registraron más incidentes fueron Santiago, A Coruña, Pontevedra, Tui, A Estrada, Ribadeo, Friol, Avión y O Barco de Valdeorras. Árboles y ramas en las carreteras fueron las incidencias más repetidas, seguidas de inundaciones y bolsas de agua.
Ninguno de los avisos recibidos durante la tarde de este miércoles y a lo largo de esta madrugada causaron daños personales. Desde la Axega destacan algunos casos en los que el alumbrado público de ciudades como Pontevedra, Santiago, Vigo y Ferrol se vio afectado.
Las fuertes lluvias provocaron ayer importantes inundaciones en distintas zonas de Santiago, con anegamientos en negocios del casco histórico y también del Ensanche. Varias rotondas se inundaron y los bomberos tuvieron que ayudar a personas que quedaron atrapadas en sus vehículos debido a las balsas de agua. También hubo desprendimientos de tierra, y uno de ellos provocó la caída de un muro en el entorno del Seminario Menor, en el Camiño da Ameixaga próximo al parque de Belvís. En A Coruña se registraron bolsas de agua en la avenida del Ejército, la rotonda de Sabón y en algunos tramos de Alfonso Molina.
Esta mañana, las precipitaciones de primera hora volvieron a dejar problemas en Fontiñas, en Santiago. La rotonda que conduce hacia Sar se anegó de nuevo, hasta donde se desplazaron los bomberos para achicar el agua y evitar que se repitieran las escenas de ayer, en las que varios coches quedaron atrapados al subir el nivel del agua. Debido a los efectos de la riada de ayer, y a que el agua afectó a la sala de máquinas, las piscinas de Sar no abrirán hasta nuevo aviso.
En los accesos a Santiago se están registrando grandes retenciones. La peor parte está en la entrada desde O Milladoiro (Ames), que tras unos metros de circulación fluida los conductores vuelven a quedar bloqueados en la rúa Rosalía de Castro, donde la fila de vehículos casi parados supera la rotonda del Camiño Novo y llega hasta la plaza de Galicia. En el acceso por Ourense y A Estrada también hay problemas de circulación, y en el interior de la ciudad, San Roque, Galeras y Virxe da Cerca son los puntos con más intensidad de tráfico.
El panorama esta mañana en la Costa da Morte deja Ríos y canalizaciones desbordados, campos completamente anegados, árboles, arbustos y postes telefónicos caídos, calles inundadas, cortes de luz y de suministro de internet y de señales telefónicas, salidas de vía como las ocurridas en Caión o Vimianzo y lluvia, mucha lluvia. En algunos puntos de la comarca ha llovido más en siete días que en todo lo que va de año.
Los efectos del temporal también se están notando en la comarca de Pontevedra. Árboles caídos, bolsas de agua en algunas carreteras y la flota amarrada son los primeros efectos de una borrasca que no amaina. A pesar de las intensas precipitaciones, que en la ciudad registraron 24 litros por metro cuadrado, los Bomberos de Pontevedra no tuvieron ninguna salida durante la noche. En Marín, el vial de las playas todavía tiene bolsas de agua por el atasco de las hojas y ramas que se desprendieron, mientras en Ponte Caldelas alertan de la caída de árboles en la carretera y está cortado el paseo fluvial de A Calzada y la plaza de Abastos. Las ramas y los árboles caídos también movilizaron a Protección Civil en Caldas. En Campo Lameiro se permanecía en alerta sin que se hubieran constatado mayores incidentes.