Sagrario Pérez Castellanos, durante su presentación de esta mañana en Bruselas SANTI GARRIDO
Casi 300 municipios se han adherido al Pacto Global de Alcaldes. La Comunidade es la primera de España que usa fondos del comercio de emisiones, la segunda con estrategia de neutralidad, y tiene ley de cambo climático
11 oct 2023 . Actualizado a las 17:43 h.
El corazón de Europa es, a menudo, un buen lugar para mostrar lo que se hace en la periferia. Y más en un foro tan internacional, transversal, poliédrico y multitudinario como está siendo la Semana Europea de las Regiones y las Ciudades, que organiza el Comité Europeo de las Regiones en Bruselas. Uno de esos lugares periféricos, bajo la coordinación o participación en la mayor parte de los casos de la Fundación Galicia Europa, es precisamente Galicia. Y esta Comunidade está mostrando su fuerza en aspectos como proyectos milmillonarios, inteligencia artificial o cumplimiento de normas para luchar contra el cambio climático.
Justamente esta cuestión, de actualidad permanente desde hace años (y no solo por las elevadas temperaturas que permiten moverse estos días por la capital Europea en camiseta incluso de noche), fue uno de los seminarios celebrados esta mañana en el edificio Square Brussels Meeting Centre, uno de los varios en los que se suceden las actividades. Abordó el reto del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía, una alianza global de ciudades y gobiernos locales comprometidos de modo voluntario con la lucha al cambio climático, reduciendo sus impactos inevitables y facilitando el acceso a energía sostenible y asequible para todos.
Delli Noci, Ailio, Somers y Péerz Castellanos SANTI GARRIDO
Moderado por Eero Ailio, asesor de la transición energética en la Comisión Europea, intervinieron representantes de tres zonas como ejemplo de los buenos pasos que se están dando: Puglia, en Italia; Flandes, en Bélgica, y Galicia. La encargada de hacerlo, ante un numeroso auditorios (muy abundante en técnicos y cargos políticos y de la Administración de varios países) fue Sagrario Pérez Castellanos, la directora xeral de Cambio Climático de la Xunta. Y puso de manifiesto, aunque de manera resumida, todo lo que se lleva haciendo, especialmente en los últimos cuatro años. Empezando por la elevada participación, porque se han adherido ya 285 concellos a este plan de acción. Todos ellos deben marcarse unas pautas de actuación, con una oficina de coordinación, y al mismo tiempo reciben asistencia técnica. Galicia, además, tiene su propia ley de cambio climático, y va a ser la primera Comunidad en emplear para proyectos relacionados los fondos procedentes del comercio de los derechos de emisones.
De momento están en marcha 800.000 euros (las ayudas de los Planes de Impulso al Medio Ambiente, conocidas como PIMA, del Miteco). Indicó Pérez Castellanos que Galicia también es la segunda Comunidad en poner en marcha su estrategia de neutralidad climática (2040), tras el País Vasco, o que es la región de España que más carbono absorbe. La gobernanza común, estructura, es básica para lograr avances, indicó, lo mismo que involucrar a ciudadanos y empresas, y ese es el camino que se está recorriendo.
El representante de Italia, Allessandro Delli Noci, señaló lo complicado que es luchar contra lo que llamó «analfabetismo energético», esa apatía y desconocimiento de los ciudadanos sobre todo lo que hay que hacer contra un fenómeno inevitable, algo en lo que también incidió el finlandés Ailio, que atesora ya una enorme experiencia política y técnica en puestos de responsabilidad.
Galicia, espacio natural de inteligencia artificial
S. G. Rial
Bart Somers, que ahora es viceministro en Flandes, fue antes alcalde durante 24 años, y eso se notó mucho en su discurso, apoyando los pequeños gestos que, todos juntos, suman para grandes retos. Habló de proyectos en su región de plantación de árboles (al menos uno por cada habitante), de cargadores eléctricos para coches (al menos uno por cada cien habitantes), de reservas de agua, de ayudas a ayuntamientos que deben poner otro tanto para proyectos sostenibles… «A nivel local podemos cambiar las cosas, las ciudades se implican», aseguró.
Y mientras, casi al mismo tiempo, en un edificio a menos de dos kilómetros, en el Charlemagne, enorme que esté con obras exteriores (de lo poco ruidoso que se escucha en Bruselas, salvo las zonas más turísticas, con la excepción de los timbres de las miles de bicicletas que llenan los carriles), el pleno del Comité de Regiones debatía sobre el estado de las regiones y las ciudades, en el que el cambio climático ocupa una posición central, tras el ministro de silencio en memoria de las víctimas los atentados de Israel. Y también se analizaron las prioridades de la presidencia española del Consejo de la UE (la siguiente será la belga) o el apoyo a Ucrania, entre otros temas.