Lotería Manuel Riga eduardo perez
La fiscalía pide la misma pena para su hermano y una multa de 9,4 millones de euros.
21 de julio de 2023 . Actualizado a las 3:47 p. m.
la lotería manuel riga Su hermano Miguel, un representante de lotería en Acroa, enfrenta seis años de prisión. El Ministerio Público tiene entendido que el primero engañó a un apostador en junio de 2012 diciéndole que su billete no había sido premiado cuando en realidad los números coincidían con la combinación ganadora de la primitiva, que se adjudicó 4,7 millones de euros. Entonces se beneficia de la ayuda y la asignación del hermano, Hicieron todo lo posible para recoger el premio.. Más allá de eso, para el fiscal del caso, no hay ganador sino el apostador estafador, que murió sin saber que el boleto le pertenecía. Por tanto, para el Ministerio Fiscal, deberían ser su viuda y su hija quienes perciban 4,7 millones de euros.
Esta es, en definitiva, la versión del Ministerio Público que presentó ayer su escrito de calificación, en el que se solicita el sorteo. Una pena de prisión de seis años. como presunto autor de fraude. También requería que fuera excluido del ejercicio de cualquier profesión relacionada con la actividad de loterías y juegos de azar del Estado durante el tiempo de la sentencia. Alternativamente, por el delito de apropiación indebida, la pena es de seis años de prisión.
a miguel rigarepresentante de lotería Akoroa, el fiscal pide pena por el delito de lavado de dinero Seis años de prisiónY multa del doble del valor del inmueble (9,4 millones). Al igual que el anterior, solicita que sea recusado de la profesión u oficio relacionado con la lotería. Como alternativa al delito de encubrimiento, será reprimido con prisión de tres años.
Un primitivo misterio que una lotería rodeada de policías quiere recopilar
alberto maha
El Ministerio Público afirma que el hombre al que la policía ha atribuido la propiedad del billete es Jugador habitual en el sistema estatal de apuestas y loterías. Tenía por costumbre hacer por lo menos semanalmente diversos controles y comprobaciones de los recibos obtenidos en los juegos de primitiva, gordo de la primitiva, euromillones y bonoloto. Añádase la acusación de que el apostador acudió a distintas administraciones de loterías -incluso cuando estuvo temporalmente fuera de Acoroa-, una de las cuales la dirigía el imputado Manuel Riga.
El procedimiento habitual en la validación de los boletos era que el apostante entregase los recibos de la apuesta a la lotería, confiando en que ésta, por medios electrónicos y mediante el uso del terminal instalado en cada departamento, verificaría el resultado de la misma, siendo obligación de ésta, en caso de resultar adjudicataria, devolver el importe correspondiente o, en su caso, devolver el recibo premiado a su propietario para que procediera a recibir el premio, la OTP.
quédate con el billete
El apostador validó cuatro boletos de lotería el 26 de junio de 2012. Dos de ellos son de un gordo y los otros dos son de un sorteo primitivo. Dicha verificación tuvo lugar en el Centro Comercial Carrefour de la calle Alfonso Molina.
Uno de los boletos validados fue el sorteo de las primarias que se realizará el día 30 del mismo mes, en el caso de la apuesta automática con la combinación 10-17-24-37-40-43, R3. Ese boleto resultó salvar Premio Distinguido de Primera Categoría de 4,7 millones de euros.
El apostador, desconociendo esta circunstancia, acudió el 2 de julio de ese año a la Administración de Loterías nº 22 de A Corua, en la calle San Agustín que regenta el imputado Manuel Reija, con el fin de comprobar el resultado de sus apuestas, entre las que se encontraba el ganador, añade la fiscalía.
A eso de las 11:30 horas el hombre entregó los boletos al detective para que los verificara y procedió de la siguiente manera: Manuel Riga recibió dichas apuestas, las ingresó en la estación y a las 11:25 horas, cuando comprobó que uno de ellos era el ganador, al darse cuenta de la cuantía del premio, se los quedó, junto con los demás boletos, y no avisó al informante de dicho final o no los devolvió. Al hacerlo, convence a la parte agraviada de que no ha recibido ningún laudo. De esta forma, le impedía cobrar la adjudicación y el consiguiente aumento de su patrimonio, según confirma el fiscal.
El representante de la lotería omitió cualquier acción para descifrar el origen del billete
¿Qué pasó después del supuesto engaño? El Ministerio Fiscal confirma, según se desprende del atestado policial, que el imputado, teniendo aún el billete en su poder, siguió acercándose al apostante en los segundos siguientes, para comprobar los otros billetes que le había dado, y luego, durante 19 segundos, para comprobar en sucesión ocho apuestas realizadas por dicha persona.
Entonces, sin el boleto y sin ningún comprobante del premio, el apostador salió de la administración con la creencia equivocada de que su recibo no le reportaba ningún premio. Minutos después, el demandado efectuó una segunda comprobación del billete premiado junto con otros billetes entregados por el apostador que también estaban en su poder y que no resultaron acertados, con el fin de garantizar la mayor denominación del premio y por ende su mayor cuantía. En concreto, volvió a introducir el billete de la suerte dos veces en la estación, dos veces en un minuto, según determinó la fiscalía.
allanar el camino
Con el billete en su poder, el mismo día se dirigió a la delegación del distrito de loterías y apuestas del estado Acuroa a cargo de su hermano, como lo había denunciado Miguel Rega, con el propósito de Agilización de los trámites de cobro de recibos Y agrega el Fiscal General, desconociendo todo procedimiento ordenado, como si fuera un legítimo propietario.
Plenamente consciente de la ilegalidad de la posesión de este título por parte de su hermano, se dispuso a allanar el camino para que Manuel Rega pudiera hacerse con el efectivo, al margen de cualquier acción organizada. Después de que se le devolvió el boleto, emprendió acciones destinadas a ocultar el verdadero origen del boleto para poder cobrar el premio, dicen los fiscales.
El escrito de acusación concluía que Miguel Riga había omitido cualquier actuación que, como delegado provincial, pudiera servir para comprobar el verdadero origen de la boleta.