Juan Rodeiro, cartero en Ferrol, cruzando la calle para empezar el reparto JOSE PARDO
Compartimos ruta con un repartidor de Ferrol, una de las 431 personas que acaban de incorporarse a un puesto fijo de Correos en Galicia
13 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
Nueve y veinticinco de la maana. El cielo amenaza lluvia sobre el barrio de O Infernio, en Ferrol. Juan Rodeiro se baja del bus urbano que le deja a pocos metros de donde comienza su ruta de reparto. Desde hace un par de semanas es el nuevo cartero de la zona. Todava no la conoce tan a fondo como para permitirse hacer una pausa para el caf con la tranquilidad de saber que completar a tiempo el recorrido, pero s empieza a cogerle el truco. Ya voy sabiendo qu telefonillos no funcionan, en qu pisos me abren, o qu locales recogen los paquetes de los vecinos cuando no estn en casa, explica sonriente.
Esos conocimientos, que solo dan los das recorriendo portales, son ms importantes de lo que parece. Porque dejar una carta en un buzn no es tan fcil como timbrar y darse a conocer. Lo comprobamos en el primer edificio al que llama Juan. Presiona el telefonillo. Unos segundos despus alguien contesta. Cartero, buenos das. La comunicacin se corta. Pero el portal no se abre. Juan prueba en otro piso. Tambin descuelgan. Cartero. La puerta sigue cerrada. Pasa ms de lo que parece, confiesa con una sonrisa. Entre quienes no estn en casa, quienes no atienden al telefonillo y quienes pese a contestar no abren, acceder a los buzones puede ser una odisea. Si al final no te abren, lo intentas dos das ms. Si al tercero no puedes entrar, se deja un aviso en el portal con los vecinos que tienen correspondencia, para que vayan a recogerla a la oficina, explica.
De los cinco primeros portales de su ruta, dos no llegan a abrirse. En otro, lo consigue al quinto intento. En muchos casos, tarda ms en conseguir entrar al portal que en repartir las cartas que lleva. Con tanta historia rara, hay gente que incluso desconfa. Me han llegado a preguntar ‘‘Pero eres el cartero de verdad?», cuenta divertido.
Charlas con quienes viven solos
Fuera de eso, asegura que la gente es agradable, y que tratar con ella es una de las mejores cosas de su oficio. Algunos me preguntan por la cartera de antes, y al saber que ahora me encargo yo, me dan la enhorabuena. Quienes ms charla te dan son las personas mayores. Hay mucha gente que vive sola, y cuando llegas t a entregarles algo, para ellos es una oportunidad de hablar con alguien, revela.
En el otro lado, el de los contras, lo ms complicado de su trabajo es lidiar con el mal tiempo, especialmente repartir con lluvia. Lo sabe bien, porque se ha estrenado en plena cadena de borrascas. An as, fui librando bastante, porque la cosa iba a chaparrones, y poda parar un poco en algn portal. Es peor cuando es lluvia continuada, cuenta, sin parar de empujar su carrito calle arriba. La suya es una actividad fsicamente exigente. l no tiene que buscar tiempo para hacer los famosos 10.000 pasos de una vida saludable. Lo peor de mi zona es que hay muchos pisos antiguos sin ascensor, as que hay que subir bastantes escaleras, dice.
De momento, su cuerpo aguanta de sobra el ritmo. Juan tiene 38 aos, y es una de las 431 personas que a finales de octubre se incorporaron a un puesto fijo de Correos en Galicia. No es su primera vez trabajando para la empresa pblica, pero s la primera en la que es el cartero oficial de una zona: En el 2012 estaba estudiando y me apunt a la bolsa de empleo, as que ya tena experiencia. Trabaj en reparto y tambin como agente de clasificacin en Santiago. Esos mritos y la buena nota que logr en las oposiciones de mayo le han permitido conseguir plaza en su propia ciudad. El mismo da del examen tuve claro que la nota me daba para entrar, pero conseguir destino definitivo en donde vivo es un lujo, una alegra, recuerda.
Facturas y publicidad
El otro lujo, para l, es el horario. Su jornada empieza temprano, a las siete de la maana en la oficina central de Ferrol, porque antes de salir a repartir, tiene que organizar el material: La organizacin es la mitad del trabajo, o ms. Si no ordenas bien las entregas, no te da tiempo a cubrir la ruta, explica. Por suerte, ya no tiene que pegarse con letras de mdico ilegibles. Y es que las cartas manuscritas son una especie en vas de extincin: En Navidad alguna llega, pero cada vez menos. Lo que yo reparto son bsicamente facturas y publicidad. Y luego notificaciones y algn paquete pequeo.
Su da de trabajo termina a las dos y media. Me queda toda la tarde libre para leer, que es lo que me gusta a m, y para cualquier otra actividad. Y cuando llega el viernes, sabes que tienes el sbado y el domingo libres. Est claro que es una ventaja, explica feliz. Para Juan, los aos de sustituciones y los meses preparando la oposicin, han dado sus frutos.