El Ayuntamiento de Santiago no permitirá nuevos negocios turísticos en el centro histórico de la ciudad durante al menos un año. La medida tiene defensores y detractores. Hay dos voces, a favor y en contra, que defienden sus posiciones en este debate.
Asesor de turismo Se inauguró el Castillo de Eyup Enumera los puntos positivos que ve en una medida que, en su opinión, pretende mantener el equilibrio de la ciudad y preservar su atractivo tanto para residentes como para visitantes.
Por su parte, el presidente del Sindicato de Trabajadores Autónomos de Galicia afirmó: Francisco Javier Pérez BelloRevela sus dudas sobre el procedimiento, que considera improvisado, poco analizado y discutido y demasiado invasivo.
Santiago de Compostela en defensa del residente y visitante
Desde hace un tiempo vemos cómo algunos barrios de algunas ciudades turísticas de todo el mundo se han convertido en auténticos parques temáticos desplazando a los residentes y al comercio tradicional, provocando el empobrecimiento social y cultural de estas zonas.
A este proceso de gentrificación residencial, como se le denomina, se le suma también el proceso de gentrificación comercial, derivado de la adaptación del comercio a las necesidades de los visitantes, teniendo como resultado la pérdida del comercio local y de barrio y, en consecuencia, el deterioro del tejido social y cultural de la ciudad. Por eso los expertos no dejan de insistir en la necesidad de apostar por un desarrollo turístico sostenible que respete los recursos que componen nuestros destinos.
El gobierno municipal de Santiago de Compostela está trabajando en esta dirección. Así lo demostró en el Salón Internacional de Turismo (Vitor) el pasado mes de enero, cuando presentó, con un vídeo sorpresa, una campaña de sensibilización sobre un turismo sostenible y responsable con el medio ambiente y sus residentes. campaña fraxelAdvirtiendo de los riesgos que podrían derivarse del éxito turístico de la ciudad.
Es innegable que la presión turística que viven ciudades como Santiago requiere soluciones, y por ende medidas regulatorias. La moratoria de un año a las nuevas licencias de comercio turístico, aprobada por el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, es una medida coherente con la estrategia de potenciar la sostenibilidad turística que está llevando a cabo el Gobierno municipal.
El comercio es un servicio esencial para los habitantes de cualquier territorio, y en este principio se basa la intervención de las autoridades encargadas de velar por que este servicio se preste en las mejores condiciones. La finalidad de la dotación aprobada por el Ejecutivo compostelano no es otra que la preservación del equilibrio del entorno urbano, como realidad viva, y garantía de heterogeneidad, cohesión social y supervivencia de su identidad. Sólo así se mantendrá el atractivo de la zona tanto para sus residentes como para sus visitantes.
Es necesario gestionar la política turística de las ciudades, y los gobiernos municipales deben actuar y afrontar medidas regulatorias ambiciosas y valientes, cuando se produce un paulatino deterioro del tejido social y cultural de sus territorios. Es importante destacar que esto no es una protección del residente y un ataque al visitante, sino todo lo contrario: es una defensa de un turismo que respeta los destinos visitados, y preserva su identidad y autenticidad.
autor
Calatayud Álvarez en libertad Consultor de turismo
Sobre la suspensión de licencias turísticas y comerciales
Luego de que el Ayuntamiento de Santiago anunciara la suspensión de licencias para abrir nuevas tiendas de souvenirs por un año, además de la legalización de apartamentos turísticos, que supone el cierre de unos 600 apartamentos, y el compromiso de imponer un impuesto a los visitantes, se abre un interesante debate Se abre en el libro la idoneidad de este tipo de medidas intrusivas y restrictivas sobre la libertad de la economía, e incluso su viabilidad.
Nuestra opinión siempre ha estado a favor de esta libertad económica en el marco de una economía de mercado. Las leyes de la oferta y la demanda tienden a proporcionar bienes y servicios de manera adecuada para cualquier sociedad. Si hay tiendas de souvenirs es porque hay compradores, si hay oferta de apartamentos turísticos es porque hay demanda, y también hay inversión. Cualquier injerencia de la autoridad política en cualquier actividad económica debe realizarse de manera estudiada y siempre restringida y en diálogo previo con todos los sectores interesados, especialmente con los comerciantes, hoteleros y propietarios de instituciones de la región en la que se pretende operar. . .
Lo más importante es saber hacia dónde queremos llegar y qué camino tomaremos para llegar allí. Quiero decir que si apostamos por el turismo, como parece que hemos hecho en Galicia y en muchas de nuestras ciudades y pueblos, si invertimos enormes recursos públicos y privados en el turismo, el resultado es que tenemos muchos visitantes, y Empecemos ahora porque no sé si poner obstáculos en Su camino es lo mejor que podemos hacer. Esta es la primera discusión.
Habrá que preguntarse si limitar ahora la actividad turística y ponerle todo tipo de barreras permitirá que algunos sótanos vuelvan a ser negocios de barrio y aliviarán la presión sobre la vivienda, y si se conseguirá bajar los precios de los alquileres, reducir el ruido y también si esto creará empleos o los destruirá. Otra discusión.
Proteger y promover el comercio local y cercano y asentar a la población en la antigua región es un objetivo loable, pero la forma de lograrlo no es a través de prohibiciones y restricciones. El camino, en nuestra opinión, es más mercado, más libertad, menos regulación, más seguridad jurídica y un entorno fiscal atractivo y no expropiatorio.
Creemos que la medida anunciada por el Ayuntamiento de Santiago no es adecuada ni será útil, ya que atenta contra la riqueza cultural de la ciudad, interfiere con la libertad y la actividad económica y por supuesto perjudica al turismo, quizás nuestra principal industria. Se han intentado medidas similares en otros lugares y todas fracasaron, porque lo fácil es legislar y prevenir. Pero luego hay que vigilar y controlar.
Hay muchas preguntas y, como mínimo, deberían abrir el camino a un debate tranquilo. Creo que habría que estudiarlo bien antes de tomar decisiones precipitadas e improvisadas.
autor
Francisco Javier Pérez Bello Presidente del Sindicato de Trabajadores Autónomos de Galicia